"Tuvimos miedo con el grupo armado pues que llegó ahí, no hay justicia del gobierno no agarra al grupo armado morimos de tristeza, de hambre"
Esto es lo que ha provocado la violencia que generan diferentes grupos armados en Chiapas, que de una u otra manera se disputan el territorio, más de 10 mil desplazados, han tenido que buscar refugio en otros municipios, uno de ellos Tuxtla Gutiérrez, donde algunos ciudadanos los apoyan.
"Con lo poco o mucho que yo les pueda brindar, la ayuda en ellos es en la alimentación, les estoy dando el abrigo, el techo"
Muchos tienen miedo de dar entrevistas al respecto, por miedo a alguna represalia, al menos en la capital chiapaneca, hay unas 30 familias de Chicomuselo, que huyeron de la violencia en su municipio, muchos no tienen a donde ir, otros contaron con suerte y encontraron un apoyo.
"Les tuve que tender la mano prácticamente a ellos para que sientan protegidos aquí, por todo lo que ellos están viviendo ahí por el crimen organizado en Chicomuselo"
Las autoridades de a poco apoyan a éste sector de la población vulnerable, la mayoría de los desplazados de la zona Fronteriza Sierra, se encuentran en Comitán, ahí pasan los días, en lo que regresan a su lugar de origen o deciden hacer vida en otro lado.
"Se les está apoyando con ayuda humanitaria, también a través de las secretarías municipales en este caso de Comitán de Domínguez, los están atendiendo con servicio médico, por parte de salud municipal, ellos están canalizando esa situación"
Casos como los desplazados de comunidades de Pantelhó, han buscado refugio en la cabecera municipal, esperando tener un apoyo, los alimentos son pocos.
"Ya no tenemos comida, ni un gramo de maíz y frijol, ni leña, nada, nuestra gallina ahí se perdió, ya se perdió todas nuestras cosas"
El Colectivo de Monitoreo Frontera Sur, señaló en un informe, que corresponde al primer semestre de éste 2024, al menos 10 mil chiapanecos fueron desplazados por la violencia, siendo Chicomuselo, Tila y Pantelhó, de donde más huyeron.
El 80 por ciento de ellos, hasta agosto de este año, aún no regresan a su hogar, debido a que siguen los hechos de violencia, o consideran que no hay garantías.
Su futuro, es incierto, lo único que buscan es paz, esa paz que había en sus municipios, la cual desapareció entre ataques armados.