Desde hace dos años, en el vivero municipal han acumulado hojarasca y otros desechos, mismos que no han podido ser llevados al relleno sanitario, presuntamente porque el ayuntamiento capitalino no tiene recursos para abastecer con gasolina los camiones recolectores, denuncian trabajadores.
Indican que actualmente hay aproximadamente 20 toneladas, mismas que crean un foco de infección, además de la mala imagen que crea a la ciudad.