Doña Josefa y su esposo don Maurilio - ambos adultos mayores- vieron cómo en cuestión de minutos su patrimonio quedó reducido en cenizas... un incendio acabó con todo, desde electrodomésticos, ropa, camas, hasta con sus animales.
Doña Josefa y don Maurilio viven con seis personas más, entre ellos dos de hijos con discapacidad, quienes han pasado días de angustia, tristeza y con incertidumbre de que otro accidente pudiera presentarse.