Taquicardias, náuseas, vómitos, miedo, temblores e incluso la muerte son consecuencias para mascotas por la explosión de fuegos artificiales cerca del área en donde habitan, pero esto también impacta y lastima auditivamente a recién nacidos y a menores con autismo.
En el caso de los perros, al estallar pirotecnia como petardos, palomas y cohetes suelen experimentar un intenso temor.
Pero la explosión de pirotecnia también afecta a aves, las cuales también suelen ser parte de los hogares. Los pájaros suelen experimentar taquicardias tan intensas que en ocasiones derivan en la muerte del animal. Los gatos en ocasiones sienten interés por los petardos y llegan a ingerirlos, con las consecuencias más graves.
En Tuxtla Gutiérrez, Protección Civil mantienen un operativo del no uso de pirotecnia, sin embargo, reconocen que no basta con el llamado que hagan las mismas autoridades, pues también es responsabilidad de la misma ciudadanía crear un ambiente de armonía y protección.
"Niños autistas que son los que sufren esta situación por el estallido que genera la pirotecnia y a las mascotas que genera un gran problema, además de la contaminación ambiental".