Los migrantes que lograron dispersarse del operativo de la Guardia Nacional (GN) el pasado jueves 23 de enero cuando intentaban avanzar a territorio nacional, se refugian en el albergue diocesano Belén de la iglesia católica donde se les brinda atención médica, psicología y servicios médicos.
En este albergue se encuentran unos 300 migrantes hondureños y salvadoreños que buscarán realizar su solicitud de refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) el tiempo que sea necesario, de acuerdo a lo que informó el director, César Augusto Cañaveral Pérez.
EL titular del albergue cercano con Guatemala, destacó que como iglesia católica están realizando puentes de solidaridad para atender a los migrantes, ya que el gobierno ha prometido empleos y no ha cumplido
La Guardia Nacional en Tapachula, realiza operativos durante las 24 horas del día en lugares públicos en busca de migrantes que se han dispersado para ser llevados a la estación migratoria siglo 21 para su deportación.