En una situación alarmante, las escuelas en la zona de la sierra de Chiapas han permanecido cerradas durante un mes, dejando a más de 250,000 estudiantes sin clases, debido a la presencia de grupos armados en una lucha por el control de la región.
Más de 5,000 maestros han sido incapaces de ingresar a varios municipios, incluyendo Motozintla, El Porvenir, Siltepec, Mazapa de Madero, La Grandeza, Siltepec y Bejucal de Ocampo, ya que no se garantiza su seguridad al hacerlo.
Los docentes hicieron un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador para que reconozca la gravedad de la situación en la zona de la sierra de Chiapas, desmintiendo las cifras oficiales y destacando su propia experiencia personal como maestro en una región afectada por la violencia.
Este trágico escenario se ve agravado por el secuestro y posterior asesinato de la maestra Berni Flores Mejía en el colegio de bachilleres de Chiapas número 216 en el municipio de Amatenango de la Frontera Comala. Este acto de violencia, aparentemente diseñado para presionar a su esposo, quien se negó a involucrarse en acciones de narcobloqueos y pagar derecho de piso, ha sido catalogado como un feminicidio por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas.
Integrantes de la Sección 07 del Sindicato y la Coordinadora Nacional de Trabajadores del Estado (SNTE-CNTE) han subrayado que debido a estos eventos, los maestros carecen de seguridad para regresar a las aulas, lo que ha provocado la prolongación de la suspensión de clases, a pesar de la presencia de la Guardia Nacional y el Ejército.