El bloqueo iniciado desde el pasado martes en la comunidad de Mitzitón, generado por la exigencia de pobladores católicos tradicionalistas para expulsar al pastor evangélico Alejandro Jiménez y a toda su familia por la insistencia de construir un templo evangélico en dicha comunidad, ha generado roces con pobladores y autoridades comunitarias, lo que afecta a los mismos comuneros y quienes circulan por la zona. Al día de hoy el pastor y su familia permanecen parapetados dentro de su vivienda y se presume que tiene en su posesión armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, con base en evidencia que él mismo ha publicado en sus redes sociales, por ello la Secretaría General de Gobierno exhorta al dialogo, sin que se piense en el uso de la fuerza pública o la expulsión violenta de la familia evangélica, en tanto el bloque continuará.