La ansiedad y la depresión son trastornos afectivos que repercuten de manera notable en la calidad de vida. Se trata de enfermedades cuya frecuencia se incrementa durante el embarazo, un periodo en el que impactan en el bienestar de la madre y en el futuro del recién nacido.
Ignacio Camacho Arroyo, del Instituto Nacional de Perinatología, junto con un grupo de colaboradores descubrieron que en las embarazadas la depresión y la ansiedad producen cambios en las citocinas que son proteínas que participan en la respuesta inmunológica, incremento de las moléculas llamadas quimiocinas, que median el funcionamiento del sistema inmunológico, así como de la hormona denominada cortisol, relacionada con la respuesta al estrés.
"Una mujer embarazada?este presentando cambios de animo y que sean notables y que tenga alguno de los síntomas que mencione, tanto para depresión como por ansiedad pues tiene que recurrir a su médico, para que pueda ser atendida."