Durante el mes de octubre, los campos a orilla del río Grijalva en Chiapa de Corzo, comienzan a pintarse de anaranjado y morado, pues las flores de temporada ?flor de Seda y Cempasúchil- comienzan a florecer, luego de preparase por tres meses para adornar los altares del día de muertos.
"La florecita esta, el que no sembraba ahora ya siembra porque venta segura a Tuxtla, para diferentes partes se va? media hectárea".
Don Felipe Núñez, año con año desde el mes de agosto se prepara para comenzar a sembrar estas flores que resultan ser las más utilizadas durante la festividad más importante en México; el Día de Muertos.
Y aunque durante los últimos dos años, por la pandemia y el confinamiento, sus ventas habían disminuido drásticamente, todo parece indicar que este 2022 será diferentes, además que, con la presencia de lluvias, no fue necesario realizar gastos extras, como sí sucedió durante la temporada de sequía.
"Lo que sí nos queda, pongamos unos 15 mil pesos? en julio se hace el almácigo, ya el 125 de agosto se está sembrando para cosechar en esta temporada que es 30, 31".
De acuerdo a la tradición, esta flor es utilizada para hacer un camino desde la entrada hasta el altar de los hogares para guiar a las almas hacia los altares y desde la época prehispánica se considera un símbolo de vida y muerte.
Además de la flor de Seda y Cempasúchil, don Felipe siembra durante todo el año Yuca, limón, calabaza y maíz, con esto, pudo sacar adelante y darles estudios universitarios a sus dos hijos.
"Llevo más de 35 años aquí, tengo 62 años y aquí estamos? hay que sacar la paga está enterrado"
Pese a ser un trabajo cansado, don Julio no pretende retirarse en la brevedad, asegurando que aún hay mucho por ver y cultivar.
"Gracias a Dios no ha ido bien, Dios quiera nos soga prestando la vida, porque nadie lo tiene comprado".