Los campos chiapanecos nunca habían presentado tal abandono como el actual.
Representantes de organizaciones campesinas se muestran preocupados por la seguridad alimentaria.
Chiapas siempre se había posicionado en los primeros lugares como el semillero del sureste en exportación de mango, papaya, café y plátano. Sin embargo, las últimas administraciones dejaron en el olvido al campo.
"Es una tristeza que no haya un tipo de orden, en las acciones del gobierno federal y gobierno del estado, ha estado muy difícil".
La falta de fertilizantes, la falta de asistencia con especialistas, la tecnificación, maquinaria, sistemas de riego, son algunas de las demandas de campesinos, que las autoridades no atendieron.
"Lo que más daña, lo que más perjudica son los terrenos que no se siembran".
Hace tres décadas, Chiapas era reconocido como el granero del sureste de México, destacando en la producción de maíz, frijol y café, así como en una ganadería rentable.
"El tema de los fertilizantes, hay muchos municipios donde tenemos presencia donde no han llegado esos tipos de apoyos".
La migración de jóvenes a zonas urbanas, el deterioro de las tierras, el cambio climático, la inseguridad y el envejecimiento de los campesinos son factores que han contribuido a esta crisis.
"La esperanza de que no sea un gobierno réplica, de que sea un gobierno con criterio propio y que sea un gobierno de rectificaciones".
Para la próxima administración se espera una rectificación de errores que se cometieron en agravio del campo, tanto del orden estatal como del federal.