Recientemente, ciudadanos que visitaron la Playa San Benito en Tapachula, denunciaron a un restaurante por arrojar sus aguas negras al mar. De manera improvisada en el negocio, se instaló un tubo que recorría bajo la arena parte del establecimiento y que arrojaba aguas negras a la playa.
Lo anterior, de acuerdo a especialistas en temas ambientales, representa no sólo un daño al ecosistema, también un foco de infección para la misma población, sin embargo, es un trabajo conjunto entre autoridades, instancias ambientales, y la misma ciudadanía.
Sin embargo, el arrojar aguas residuales a los mares, arroyos o ríos, es un reflejo de la falta de plantas de tratamiento para las aguas residuales en las ciudades y en las industrias, hoteles y explotaciones mineras, agrícolas y ganaderas. La mayoría de esas aguas son descargadas a través de los llamados pozos sépticos y rellenos sanitarios.
"Esta descarga genera daños a nivel local, por la naturaleza del mar, se diluye y causa una dispersión generando manchas, es mancha se pueden determinar la magnitud del impacto? es una labor también social y cultural porque la contaminación en playas? continuamente están haciendo muestreos y estudios de calidad del agua en playas y sí hay playas que han sido vedadas".