Los migrantes han rechazado tramitar su permiso provisional para residir en el país, por lo que han señalado que intentarán salir en caravanas para afrontar en conjunto cualquier riesgo
Elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Instituto Nacional de Migración (INM) desarticularon este martes una caravana migrante que planeaba salir con 2 mil personas desde la frontera sur rumbo a Estados Unidos (EU).
El operativo sorprendió a los migrantes que se encontraban en el parque central de Tapachula, en la frontera de México con Guatemala, en donde los agentes primero invitaron a los extranjeros a entregarse con la promesa de otorgarles documentos para regularizar su estadía.
Jaime Severino, migrante proveniente de República Dominicana, aseguró que los elementos primero aseguraron a unos 2 mil migrantes que pretendían salir en caravana, aunque después liberaron a cierta cantidad.
Las autoridades trasladaron a los migrantes a la estación migratoria Siglo 21 para exhortarlos a tramitar su Forma Migratoria Múltiple (FMM), un documento con el que tienen la posibilidad de permanecer de forma legal en el estado de Chiapas, pero que les impide transitar a otras entidades.
Los migrantes han rechazado contundentemente este documento, mismo que el Gobierno de México está ofreciendo de manera provisional, por lo que han avisado que buscan salir en caravanas para afrontar juntos el riesgo.
Por su parte, otros grupos de migrantes que sí han aceptado la FMM se mantienen durmiendo y deambulando en las calles de Tapachula.
Algunos migrantes de Venezuela se han negado a viajar en las caravanas por temor a los operativos del INM y de la Guardia Nacional (GN).
Para estos migrantes, es un riesgo y un sacrificio caminar de manera masiva para avanzar a la frontera norte para cruzar a Estados Unidos.
"Nosotros sabemos que debemos respetar a la justicia, porque no hay que ser violentos, porque no vamos a lograr nada así", compartió Doris Zuley, migrante de origen venezolano.
En contraste, su compatriota Edwin Rivas, quien se mantiene en el parque central de Tapachula, señaló que, si es posible salir en caravana, lo hará porque tiene niños y necesita buscar cómo alimentarlos.
Asimismo, sostuvo que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) del Gobierno tarda hasta cuatro meses para hacer su trámite y avanzar a la siguiente cita.
Subrayó que cientos de migrantes de unos diez países siguen varados en Tapachula y no pueden trabajar para sostener a sus hijos.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2.76 millones de indocumentados.