En Chiapas durante todo el 2020 se perdieron seis mil 42 empleos formales, pasando de 227 mil 505 en 2019 a 221 mil 463. Lo anterior significa incremento de informalidad laboral, pobreza, precariedad alimentaria y falta de seguridad social.
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), señaló que mil 500 establecimientos se fueron a la quiebra y tuvieron que cerrar de manera definitiva los negocios y con ello se estima que nueve mil personas han perdido sus fuentes de trabajo para mantener sus familias, esto, sólo en Tuxtla Gutiérrez.
Con ello, trabajadoras han tenido que buscar alternativas de empleos, la mayoría, dentro de la informalidad.
"Trabajando para sacar adelante a mi familia y lamentablemente no se puede trabajar en la calle porque no nos dejan y del diario tenemos que trabajar para llevar el sustento a nuestros hijos, pagar renta, luz y agua, yo creo que todos aquí trabajamos para llevar el pan de cada día".
Vendedores que se encuentran instalados en el primer cuadro de la ciudad, de manera irregular, señalan que no tienen otra opción de empleo, sin embargo, solicitan a las autoridades municipales instalarlos en espacios adecuados para que ellos puedan ofrecer su mercancía y aunque esto anteriormente se había realizado, no se tuvo un plan exitoso para que éste funcionara.
"A veces ganamos y a veces no ganamos? nos pusiera en un lugarcito donde estuviéramos vendiendo y que nadie nos corriera, nos haría un gran favor, ahí saldría para la comida.