¡Chiapas; un desastre!, señaló el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, en su reciente informe titulado "entre la violencia criminal y la complicidad del Estado".
Del 2020 al 2022, en Chiapas se agudizó el tráfico y consumo de drogas, así como los homicidios, feminicidios y desapariciones, en diversas regiones donde también se han impuesto toques de queda por constantes agresiones armadas a comunidades enteras, alerta el informe.
Dentro de este fenómeno de violencia, el Centro de Derechos Humanos enfatiza que esta problemática ha dado paso a la expulsión masiva de comunidades enteras, ya que tan sólo entre el 2018 y el 2022, se desplazaron de forma tanto permanente como intermitente, más de 12 mil personas de la región Altos, Norte y Zoque.
El Frayba puntualiza que, del 2018 al 2022 ha documentado el desplazamiento de:
Sin embargo, el Centro destaca que, del año 2010 al mes de octubre del 2022, han contabilizado el desplazamiento forzado interno de al menos 16 mil 755 personas.
"Desde el título decimos casi todo de lo que estamos viviendo hoy día en Chiapas? el Estado no está actuando, está haciendo actos simbólicos como la presencia del Ejército y de GN que pareciera que son cómplices".
La organización civil considera que las condiciones actuales inducen a profundizar la labor de las personas defensoras de los derechos humanos, tierra y territorio, así como de periodistas y comunicadoras; lo que trae consigo un aumento de las agresiones, que constituyen un fenómeno constante y sistemático para silenciar las voces de denuncia, con actos como amenazas e intimidaciones, entre otros; acompañadas de reiteradas campañas de desprestigio.