Este regreso a clases, tras el periodo vacacional de Semana Santa, padres de familia cerraron con candado las puertas del Jardín de Niños y Niñas Nicolás Bravo para impedir el acceso a la directora.
Los inconformes señalaron que durante su administración, presuntamente, no transparentó los recursos que ingresaron en el ciclo escolar pasado, donde el cobro de inscripción fue de 650 pesos por alumno.
Ante esta situación las autoridades de la Secretaría de Educación no han emitido información ni un posicionamiento sobre alguna solución. Ni el número de infantes que se quedaron sin clases este lunes.
Los padres de familia pidieron que permanezca la directora interina, con la que han trabajado en la limpieza y mantenimiento de la escuela.