La crisis económica, el desempleo y la falta de oportunidades laborales han orillado a la población a realizar prácticas que comúnmente no llevaban a cabo, con tal de seguir solventando sus gastos diarios.
Y todo parece indicar que el comercio sexual a través de redes sociales, va en aumento.
En grupos de redes sociales o sitios web, jóvenes mujeres venden su pack, imágenes y videos íntimos que envían a quienes pagan el precio acordado, el cual va desde 300 hasta mil 700 pesos.
En estos espacios, las jóvenes dejan en claro que no es una cuestión de trata sexual y mucho menos, pretenden tener un encuentro con quien decida pagar por adquirir sus fotografías.