Alimentos ultra-procesados, mejor conocidos como comida chatarra, son de los comestibles favoritos de la gran mayoría de las personas.
Tienen la característica de ser altos en grasa, con azúcares de fácil y rápida absorción, e incluso, altos en sodio y bajos en fibra.
Crean un efecto placentero y están disponibles en todas partes, y por ello son más fáciles de conseguir que los naturales y su costo representa una gran diferencia al resultar más económicos.
Sin embargo, los productos chatarra tienen, un alto contenido calórico
Una Torta, de milanesa crujiente, su piña y su quesillo o de pollo, tiene un promedio de 700 calorías.
Una hamburguesa de res de las principales cadenas de comida rápida tiene entre 600 y 967 kilocalorías, entre 15 y 20 gramos de grasa saturada, sin contar las papas y el refresco. La hamburguesa de pollo entre 500 y 750 kilocalorías.
Un hot-dog equivale a 175 calorías.
Una orden de tacos de cochito o de suadero cinco con doble tortilla equivale a consumir de 500 a 600 calorías;
Beberse un refresco es ingerir 170 calorías.
Hay quienes prefieren la pizza, dos rebanadas que se traducen en 570 calorías.
La triste realidad es que tanto las bebidas azucaradas y comida chatarra, son un riesgo para la salud.
Menores de ocho o 10 años padecen diabetes tipo 2, cuando antes esa enfermedad se presentaba después de los 40 años. Todo esto de acuerdo a Ana Lilia Rodríguez Ventura, pediatra endocrinóloga esta situación se puede revertir.
"Hemos visto que hasta el 30 por ciento de los niños con obesidad o sobre peso ya tienen un estado prediabético y a tres meses podemos revertirlo a nueve por ciento tan sólo dejando productos procesados, la comida chatarra las bebidas azucaradas, se puede revertir o sea todavía podemos hacer algo, vean que también hay gran daño a nivel renal por eso es que ha aumentado mucho las enfermedades renales el hígado graso también es muy importante alteraciones ortopédicas todo nuestro cuerpo se afecta cuando tenemos exceso de grasa."
La buena noticia, es que el sobrepeso, obesidad y prediabetes son enfermedades que pueden ser reversibles con un cambio en el estilo de vida: ejercicio y dieta sana.
Se requieren 150 minutos a la semana de ejercicio para mantener el peso, y para perderlo, 300. Pero incluso quienes se ejercitan cinco horas, si están sentados más de 11 horas al día tienen riesgo de muerte cardiovascular.