Cansados de los malos olores de orines de gatos, vecinos de los Laureles solicitan la inmediata intervención de las autoridades para atender lo que a todas luces ya es un problema de salud pública. Habitantes de un condominio ubicado en el Fraccionamiento Laureles entre las calles de Tulija y Laureles, del edificio con número exterior 128. Y es que no es para menos, uno de los inquilinos, acumulado decenas, de estas adorables mascotas, sin embargo, comenzó a provocar problemas de higiene y salubridad y pese haber sido citado por las autoridades de Riesgos Sanitarios, se hace el desentendido. Los vecinos piden a las autoridades que les requisen los gatos toda vez que sus necesidades básicas no están cubiertas y viven hacinados. "Un olor bastante malo, fétido, de orín de gatos, lo tenemos aquí en el edificio, yo vivo en la parte alta pero siempre me toca pasar caminar por acá y subir a mí departamento y el olor es bastante, bastante insoportable todos los días."