Pobladores de Magdalena Aldama, Chiapas denunciaron la presencia paramilitar en sus comunidades, que ha causado violencia a pesar de pactos de paz que se han firmado en 2019, entre Aldama y Chenalhó, el conflicto agrario continúa desde 2016, causando un clima de violencia entre ambos municipios.
"Somos un pueblo que lucha y de resistencia, somos la semilla de nuestros antepasados mayas, somos pueblo, todo comenzó por disputa de tierras fuimos despojados por personas del poblado de Manuel Utrilla, sector Santa Martha del municipio de Chenalhó".
El conflicto territorial comprende 60 hectáreas ubicadas en los límites de Magdalena Aldama, en donde estaban asentadas 17 familias que, en 2016 en el gobierno de Manuel Velasco, fueron amenazados por grupos paramilitares, son 115 comuneros afectados despojados de sus tierras que ancestralmente heredaron.
Señalaron que el Tribunal Agrario los reconoce como propietarios legítimos, sin embargo, en el 2018, las agresiones por arma de fuego se intensificaron contra más de dos mil personas, con un saldo de cinco muertos y decenas de heridos, hechos que aún no se esclarecen por las autoridades correspondientes.
El cuatro de junio del 2019 se firmó un pacto de paz entre pobladores de Santa Martha Chenalhó y Magdalena Aldama, 20 días después el acuerdo se rompió con un conato de violencia en donde fue asesinado Filiberto Pérez de la comunidad Tabag Aldama, hasta hoy no hay un solo detenido.
Cristóbal Santiz Jiménez, desde el 14 de marzo del 2020 se encuentra privado de su libertad en el Centro de Reinserción Social Número 14 "El Amate", es uno de los representantes de los 115 comuneros de Magdalena Aldama.
A cuatro años de que inició este conflicto agrario, las agresiones continúan presuntamente por parte del grupo armado de corte paramilitar. Sin que las autoridades puedan dar fin a esta disputa territorial.