Peces o tortugas muertas, contaminación del agua y pastizales o el riesgo inminente de contraer enfermedades es lo que aún enfrentan habitantes del municipio de Pichucalco por el derrame de hidrocarburos en los ríos Mezcalapa y Carrizal, mismo que también ha ocasionado que 600 mil personas se queden sin agua, y aunque hubo un compromiso por parte de los gobiernos de Chiapas y Tabasco para dar pronta solución a este problema, las afectaciones continúan, denuncian habitantes.
Diversas organizaciones sociales como Zoques por la Defensa de la Vida y el Territorio (Zodevite), el Centro de Lengua y Cultura Zoque, entre otros, denunciaron que, meses atrás, autoridades locales ya habían reportado la posible fuga en las oficinas de Pemex en el municipio de Reforma, sin embargo, nadie atendió la solicitud.
Mediante un comunicado, pidieron revisar los derechos de vía de sus ductos, pues muchas de ellas, se encuentran sobre viviendas, escuelas y torres de alta tensión de comunidades campesinas que además padecen los efectos de la lluvia ácida.