Cruz de espadaña, tradición milenaria de la Pasión de Cristo

Familias de mujeres originarias de Aguacatenango, se desplazan a Tuxtla Gutiérrez, para ofrecer en iglesias católicas, la Cruz de la pasión de Cristo elaborada con palma de espadaña. 

Las mujeres que elaboran estas cruces aseguran que viajan desde el viernes por dos horas y duermen en los pasillos de las puertas de las iglesias para vender a los feligreses estas cruces que son una tradición milenaria en Chiapas.

Una vez al año, se sitúan en las puertas de las iglesias para ofrecer la Cruz de espadaña y la ciudadanía ingresa a escuchar misa y pide a los sacerdotes que bendiga estas palmas, cuyos precios son de 10 pesos.

Hortensia Santiz, originaria de Aguacatenango dice que no recuperan grandes ganancias, solo recuperan el costo de su traslado y alimentos, pero hacen este recorrido de dos horas por tres días una vez al año para preservar la tradición. 

Desde hace 40 años doña Hortensia viaja a la capital chiapaneca, primero con su abuela y su madre y hoy con su hija y su nieta, dice que no es un gran negocio, pero su intención es mantener viva la cultura.