Desde hace tres años, la señora María Elena Ruíz, -de 73 años- resultó damnificada en el terremoto del siete de septiembre del 2017, ante la negativa de las autoridades en Chiapas, de brindarle ayuda, se irá a huelga de hambre.
"Está a punto de colapsarse, y a ninguna autoridad le ha interesado lo que me pase, yo temo por mi vida por la vida de mis nietos, por la vida de mis hijos, que yo soy el único sostén para ellos y en vista de que no tengo ninguna respuesta de ninguna autoridad me voy a ir a México, a hacer huelga de hambre".
En los próximos días viajará a la CDMX, para pedir ayuda directamente al presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que ha acudido a la Sedatu en Chiapas, a Provich, a Bansefi, a Protección Civil, y un sin número de dependencias tanto estatales como federales, pero nadie la escucha.
Su vivienda resultó afectada por el terremoto, al caminar en su sala se siente cómo vibra el suelo; su patio tiene diversas grietas y la puerta no cierra porque prácticamente quedó colgando desde aquel movimiento telúrico del siete de septiembre.
Recibió las tarjetas de Bansefi, que entregó el gobierno Federal, pero nunca tuvieron saldo, acudieron funcionarios de Provich a su casa, pero solo tomaron fotos y ya no regresaron.
Doña María Elena, está cansada de peregrinar por todas las dependencias encargadas de brindar los apoyos a las personas que resultaron afectadas sin recibir nada. Por ello, iniciará una huelga de hambre hasta que le brinden atención y pueda reparar su casa que, por las noches cruje cada grieta y teme que uno de estos días se desplome y acabe con su vida y de sus nietos.