Cuatro años han transcurrido desde que familias del ejido Puebla, municipio de Chenalhó fueron desplazados por grupos paramilitares de San Martha, Chenalhó.
256 personas, no han podido retornar a sus hogares, más de una decena de menores han nacido durante el desplazamiento y tres personas (dos menores de edad) han perdido la vida.
Sin embargo, la situación más complicada se presentó en los meses de mayo, junio y julio, ya que más del 50 por ciento de los desplazados presentaron síntomas de COVID-19, pero nunca se les brindó asistencia médica, ni se les proporcionó información de la enfermedad y no se les realizaron pruebas.
Estas 54 familias se encontraban repartiendo información a los automovilistas, y cobraban una cuota y a pesar de haber sido notificados de un posible desalojo, aseguraron que no se retiraría hasta obtener respuestas concretas por parte del gobierno estatal.