A raíz de la pandemia, miles de personas en Chiapas perdieron sus empleos, otros, debido a la propagación del virus tuvieron que cambiar su dinámica de trabajo y otras más, como la señora María Guadalupe, utilizaron la pandemia del COVID-19 para darle un giro diferente a su negocio, incluso, que la población tuviera que quedarse en casa, le abrió una oportunidad para comercializar sus productos de casa en casa.
En compañía de su madre y sus sobrinas, de lunes a viernes recorre mediante una camioneta decenas de colonias ?principalmente al sur oriente de la ciudad capital-, sin embargo, este vehículo no fue el primero que utilizó desde que inició esta modalidad hace un año.
"Fue una manera de tener un empleo sin tener que estar rosando con la gente, para evitar el contagio tanto para mí y mis familiares? empezamos en un triciclo vendiendo y con la misericordia de Dios salió para el carrito y no nos va mal".
Antes de la pandemia, doña María vendía frutas y legumbres en el mercado Juan Sabines de Tuxtla Gutiérrez, pero la ciudadanía dejó de llegar, además de que esto representaba un posible foco de infección.
Hoy, a un año de haber iniciado la temporada más complicada en materia de salud y económica, estas mujeres trabajan para un bien común; poder subsistir y acercar hasta la puerta de los hogares, los productos de primera necesidad que las familias requieren.
"Nos sale para la comidita y como aquí vendemos los mismos productos y de aquí lo usamos".