Pese a la mejoría que ha tenido la economía en el país, las y los ciudadanos "de a pie", no lo notan en su día a día.
La señora Delfina Méndez, una maestra jubilada que mensualmente percibe un sueldo, reconoce que la situación económica para la mayoría de las personas es complicada, sobre todo para aquellas que ganan el salario mínimo o que trabajan en la informalidad.
Ella, cada semana acude al mercado a comprar lo que requiere para alimentación de siete días para una sola personas, en promedio gasta de 700 a 800 pesos, cantidad que se ha duplicado en el menos los últimos años, con un mismo sueldo.
Y aunque datos oficiales dan cuenta de que el crecimiento de la economía ha mostrado seis trimestres consecutivos con crecimiento (algo que no sucedía desde el primer trimestre de 2016), estos datos no llegan a los ciudadanos "de a pie", quienes deben acoplarse a los tiempos actuales y a la constante variación en los costos de precios de productos de la canasta básica.
En abril, la tasa de inflación anual se ubicó en 6 por ciento -el dato más bajo desde septiembre de 2021-. Los productos que más bajaron su precio fueron la electricidad, con una disminución de 21.22 por ciento, el limón con un retroceso de 16.63 por ciento y el pollo, con una bajada de 1.51 por ciento.