El Estado de ánimo de la sociedad luego de casi 11 meses de haberse presentado el primer caso de COVID-19 en Chiapas, es de incertidumbre, y de emociones encontradas en esta temporada decembrina. Quienes sobrevivieron al virus, aún están temerosos de lo que nos depara el destino. La tristeza les embarga al no poder reunirse con familiares y amigos como en años pasados, debido a la prevalencia de la pandemia. Algunos están desanimados, tristes, porque a pesar de que el virus no los mató, aún no han podido encontrarse con la familia. "Claro que decaído, triste, porque cosas que no habíamos visto, estamos viendo ya, pero nosotros sabemos que ya es su tiempo de que este así, porque la venida del señor Jesús ya está cerca por eso está viniendo todo esto, por estos virus está uno triste."
"De hecho nosotros queremos reunirnos, pero por la información que hemos obtenido nos hace de no poderlos invitarlo en estas festividades y eso nos entristece."