Las más de cien gavetas que se utilizaron para depositar los restos de los cuerpos que no fueron identificados durante el zapatismo son las tumbas olvidadas.
Cada Día de Muertos la fosa común que se encuentra en los intestinos del Panteón San Marcos, nadie viene a dejar ofrendas o a encender una vela para iluminar el camino de estas almas guerreras.
Desde el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994 estas tumbas quedaron en el olvido. Son los muertos sin rostro a los que nadie reclamó y hoy no gozan de las tradiciones del pueblo tzotzil que siempre celebra en grande el Día de Muertos.