"En nuestro país nos estamos muriendo de hambre, no es de COVID que nos estamos muriendo de hambre".
Hundureños, haitianos, cubanos y de otras nacionalidades, todos? en conjunto buscan lo mismo; una mejor oportunidad de vida para sus familias.
Ariel, con su bebé en brazos y con su familia caminando a su costado, pide a la población mayor empatía y a las autoridades de migración no frenar su paso, dejarlos transitar hasta llegar a la Ciudad de México en donde pretenden trabajar honestamente para darle alimentación, educación y una vida digna a sus pequeños.
"A los hermanos, que pongan la mano en la conciencia, que vamos con niños, sufriendo en el camino, ayer caminamos como 11 horas, pero vamos más adelante, Dios va a permitir que sigamos adelante, pedimos que nos ayuden".
No sólo corren el riesgo de ser deportados, corren el riesgo de ser violentados o extorsionados, sin embargo, no bajan la guardia y poco a poco avanzan con la esperanza de tener algo mejor que lo que a su paso dejaron"
"Son migrantes, en busca de llegar a otros municipios ante las demoras en Tapachula para tener la documentación que los acredite y que puedan estar aquí en México".
Tras varios días de caminar, se les nota cansados, sin recursos económicos, pero con la esperanza de llegar a sus destinos.
"Saluditos hasta Honduras, a mi gente que me mira, saluditos".