En Chiapas, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amexgas) refiere que en municipios como Palenque, Juárez y Ocosingo han sido identificados como puntos de distribución ilícita de gas, generando no sólo una competencia desleal para las empresas permisionarias, sino, también un riesgo para la población, ya que el manejo inadecuado del combustible robado pone en peligro a comunidades enteras, además de afectar directamente la recaudación de impuestos y el empleo en el sector formal.
Aunque no se expone una cifra exacta del impacto económico en el estado, la Asociación menciona que la presencia activa de quienes se dedican al "HuachiGas", generan pérdidas millonarias tanto para Pemex como para las arcas estatales, esto si se toma en cuenta que la comercialización ilegal de gas reduce significativamente los ingresos fiscales derivados del IVA, ISR y otros impuestos, además de poner en riesgo cientos de empleos en el sector energético.
Por su parte, el Grupo 500 y empresas distribuidoras en la entidad, han advertido que la disminución en sus ingresos, derivada tanto del robo como del control de precios del gobierno federal, está afectando gravemente su capacidad operativa, porque en algunas regiones, el HuachiGas ha desplazado a los distribuidores formales, obligándolos a reducir rutas de reparto y generando desabasto en zonas donde la venta ilegal se ha convertido en la única opción para los consumidores.
Ante esta crisis, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amexgas) ha solicitado al gobierno federal reforzar la seguridad en las instalaciones de Pemex y en los ductos de distribución de Gas LP.