Cerca de 40 mochilas fueron entregadas a niñas y niños cuyas madres se encuentran privadas de su libertad en distintas prisiones del estado, esta ayuda se realiza a unos días del regreso a clases, por mujeres integrantes de la Fundación Unidas por la Sangre, familiares y amigos.
Son cerca de 200 mujeres reclusas, las que reciben apoyo de esta fundación en los Centros de Reinserción Social de San Cristóbal, Cintalapa y Tapachula.
Jacivi Gómez, presidenta de Unidas por la Sangre, asegura que cada año se realizan visitas a estas mujeres y se les hace entrega de artículos de higiene, pero también se apoya a sus hijos que permanecen dentro de las prisiones en edad preescolar.