Chiapas cuenta con una especie endémica en la región Altos, el pez popoyote, desde 2014, se hizo un estudio y se encontró que se cuenta con una población de 40 mil peces, pero corren el riesgo de desaparecer, debido a la alta contaminación con descargas de aguas negras.
"Un daño al ambiente sano de San Cristóbal de las Casas, lo que originó una serie de recomendaciones en el 2022, y que hasta ahorita no se ha cumplido", indica Fernando Hernández Pérez, vocero de la Coordinadora de Comunidades del Sur, Cocosur.
Especialistas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, (Unicach), han realizado estudios, y han demostrado que esta especie endémica, se encuentra en peligro no solo por la contaminación, también por un parásito que causa la enfermedad de botreocefalosis.
"Lo que hemos encontrado en este momento es la incidencia de especies exóticas como es la carpa común. Un parásito conocido como botreocefalosis", informó Didier Casanova, estudiante de doctorado del Instituto de Ciencias Biológicas de la Unicach.
El popoyote de San Cristóbal, es una especie endémica que se distribuye en los humedales, ríos y subcuencas endorreicas del Río Amarillo y pequeños cursos de agua del Río Grijalva, y Usumacinta en el estado de Chiapas.
"Se instaló y a su vez, dentro de ella venía un parásito, por eso es un parásito exótico cointroducido porque viene dentro de una especie exótica", advierte Casanova.
El biólogo Manuel Lemus Kourchenko, director del Instituto para el Desarrollo Humano de Espacios y Conectividad, especialista en Monitoreo de Especies sostiene que están preocupados ante el riesgo que corre este pez endémico, y aunque hay estudios que datan desde hace nueve años, no se han visto esfuerzos de las autoridades de garantizar que sobreviva.
"Necesitamos tener algunas políticas públicas que nos permitan trabajar la adaptación y la mitigación, aquí es importante la conservación de las zonas de vegetación".
El popoyote, se encuentra catalogado como una especie en peligro, por la Norma Oficial Mexicana 059 de la Semarnat, y por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, 2019, pero las autoridades sancristobalenses, poco han hecho por su conservación.