MÉXICO .- La selección mexicana enfrentará este miércoles en Glendale, Arizona, a Estados Unidos, en un partido amistoso, semanas antes de que ambos cuadros se enfrenten en las semifinales de la Liga de Naciones de Concacaf.
Sin sus principales jugadores, mexicanos y estadounidenses chocarán por primera vez desde la eliminatoria mundialista, en la que México quedó delante de su enconado rival, pero no le pudo ganar, al sumar una derrota como visitante y un empate en el estadio Azteca.
Aunque jugarán sin varias de sus principales figuras, uno y otro tendrán a la cancha a algunas de sus jóvenes promesas, candidatas a jugar el Mundial de 2026 con sede en Estados Unidos, México y Canadá.
No hay nada en juego en el partido, sin embargo, los dos se lo tomarán en serio por la rivalidad que tienen, recargada en el Mundial del 2002, en el que los estadounidenses eliminaron a los mexicanos en octavos de final y le impidieron jugar el quinto partido, en cuartos.
Además de ganar el duelo particular en la eliminatoria, Estados Unidos venció a México en la Liga de Naciones y en la Copa Oro, lo cual tiene dolidos a los mexicanos, que por años pregonaron, a veces sin demostrarlo, ser los gigantes de Concacaf.
Al ser dos de las sedes del Mundial próximo, ninguno de los dos cuadros deberán someterse a la eliminatoria para ganar un lugar a la fase final, lo cual los obligará a buscar rivales competitivos para llegar en buena forma al 2026.
El encuentro será el tercero del argentino Diego Cocca como seleccionador mexicano. En los anteriores el tri quedó a deber; venció al humilde Surinam, 0-2, luego de ser dominado en el primer tiempo, y días después empató 2-2 con Jamaica, en el estadio Azteca.
Ante su rival más enconado de la zona, México saldrá con una propuesta ofensiva en busca de la victoria, un reto difícil porque, aunque tendrá ausencias, Estados Unidos es una selección en pleno proceso de crecimiento.