La comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas ya trabaja en una estrategia biocultural en coordinación con las comunidades lacandonas que habitan en la Reserva Montes Azules, con el propósito de frenar la devastación de este importante pulmón de nuestro país; aunado a esa importante devastación, los fenómenos climatológicos también han afectado de sobre manera a la región una sequía de más de seis meses azotó a la Selva Lacandona, al punto de dejar a lagunas emblemáticas como Metzabok y Naha, sin agua, lo que repercutió en la producción de alimentos para los pobladores y el turismo, aspectos que pretenden revertirse.