No tener un sueño reparador vuelve a las personas más irritables e impulsivas, advierte Irma Yolanda del Río, psicóloga.
La falta de sueño disminuye nuestra capacidad inmunológica, afecta el metabolismo y, de manera grave, nuestras capacidades de aprender, de memoria y atención.
Por lo que la especialista recomienda a la sociedad en general dormir bien, alimentarse de manera adecuada, ejercitarse y mantener activo el cerebro son algunos hábitos que podrían contribuir a retardar la presencia de alguna alteración demencial.
La especialista advierte que, al privar del sueño a una persona, la amígdala cerebral es decir el resorte que mantiene las emociones bajo control, se vuelve hasta 60 por ciento más reactiva, y al no tener un sueño reparador, los individuos se vuelven irritables y hacer cosas de manera impulsiva.
"Que hace el sueño, es reparador, se describe que es un proceso natural, cíclico y el sueño paradójico el cerebro sufre una reorganización funcional de sus actividades y relaciones funcionales entre sistemas, dota al cerebro de condiciones especiales que modifica el procesamiento de información y permite el establecimiento de relaciones novedosas no planeadas."