Un sinfín de artículos entre ellos de fayuca se vende en los principales andadores de la colonial ciudad de San Cristóbal de Las Casas, siendo una competencia desleal con el comercio establecido aquel que paga impuestos.
Se distribuyen a lo largo de las avenidas, donde ambulantes ofrecen al turismo que transita y sin que autoridad alguna restrinja una práctica irregular a plena luz del día.
El ambulantaje se concentra mayormente en el andador 20 de noviembre que culmina en la iglesia de Santo Domingo y a la vista de las autoridades municipales que no hacen nada para controlar el comercio ilegal.
San Cristóbal es un pueblo mágico donde debería predominar la venta de artesanías tradicionales y regionales.