Aunque la Iglesia Católica desde agosto inicio a oficiar misas con poco aforo de feligreses, durante las celebraciones de alta concentración, ha tomado sus precauciones para prevenir la dispersión del virus SARS-CoV2 que causa la COVID-19.
El miércoles de ceniza, las visitas a las parroquias incrementaron, sin embargo, modificaron horarios para que el ingreso de los fieles no superara el aforo del 50 por ciento que mantienen las parroquias en este momento.
Para ingresar a cada una de las parroquias, se colocaron filtros sanitarios, donde se toma la temperatura, se distribuye gel antibacterial y se revisa el uso obligatorio de cubre bocas. Las personas que presentan síntomas no pueden ingresar.
Estas medidas se establecieron desde que la iglesia abrió sus puertas, luego de permanecer cerradas por más de cinco meses el año pasado.
"De por sí la celebración del miércoles de ceniza convoca mucha gente, la medida que se tomó fue, poner más celebración, es decir, más horarios, tanto en la cede de las parroquias, en Tuxtla son 24 parroquias y cada parroquia tiene una serie de capillas, la mayoría de los párrocos los sacerdotes encargados de las parroquias pusieron más horarios".