Desde febrero el COVID-19 en Chiapas, ha dejado una severa crisis a los habitantes más vulnerables. De acuerdo al Coneval, Chiapas, es la entidad con el mayor número de población en pobreza extrema con un millón 623 mil habitantes, es decir el 29.7 por ciento; 4 millones 174.6 viven en pobreza, el 76.4 por ciento y sin crecimiento económico en las últimas tres administraciones. Sin que políticas públicas y recursos o programas sociales surtan efecto. Universidades forman parte de proyectos en comunidades de alta marginación para encaminarlos a los programas sociales. "Nuestros estudiantes vienen de comunidades de marginación bastante extrema, lo que hacemos durante los cuatro años de formación comenzamos el proceso de vinculación comunitario es el eje transversal que trabaja la universidad". La pobreza rural o el campo tiene la incidencia de 93.3 por ciento, en el área urbana es de 85.9. Del total de pobres, de cuatro quintas partes (2.4 millones, que representan tres cuartas partes de la población total), son indigentes, mientras una quinta parte es pobre no indigente. Los contrastes entre el campo y la ciudad son muy fuertes. De acuerdo al portal México ¿cómo vamos? Chiapas tiene un crecimiento económico de -0.3 por ciento hasta el cuarto trimestre del 2019, y la meta es crecer al 4.5 anual. Mientras que, en pobreza, las cifras no son nada alentadoras, de un 68.4 por ciento del primer trimestre del 2019 al primer trimestre del 2020, bajó al 66.3 por ciento. Chiapas ocupa el primer lugar nacional de pobreza en al menos una década. De cada 10 chiapanecos 8 son pobres. "Dependen cuatro, mi esposa y tres hijos, a lo que es la albañilería, por lo regular a veces y más en tiempo de lluvia baja un poco, es muy poco para cinco que somos acá no alcanza". 75 por ciento han caído los ingresos de los hogares de Chiapas en estos meses de pandemia. Una familia promedio en Chiapas en extrema pobreza, ocho horas diarias trabajadas percibe entre 100 y 150 pesos, en un empleo informal. De acuerdo al IMSS 2 mil empleos durante la pandemia y otros 11 mil formales que bien se fueron a la informalidad. "Mi esposo gana al día 100 pesos, 120, son dos niños y yo y mi esposo, no nos alcanza, gracias a dios lo vamos supliendo con la beca, cuando van a entrar a la escuela compramos los zapatos, los útiles". "Ahí la vamos llevando, con frijolitos, huevitos, arroz, comprar lo del día, vamos al día, él es seguridad privada, no les dan seguro, prestaciones". Con estas percepciones solo es posible adquirir productos de la canasta básica como tortillas, huevos, frijoles, arroz, y un litro de leche, considerando los índices de inflación y la crisis generada por la pandemia. Los municipios con mayor número de pobres y rezago en desarrollo humano son San Juan Cancuc y Aldama, con el 97.3% de su población en esta condición, de ahí con más del 96% de su población en condiciones de extrema pobreza: Chalchihuitán, Sitalá, San Andrés Larráinzar y Santiago El Pinar. "Buscando reformas que empoderen a la ciudadanía, en todos los sentidos, en temas de salud, educación, buscar que la ciudadanía tenga mayores oportunidades que tengan acceso a diferentes programas, en este primer año de administración federal los programas han sido concentrados". Solo el 29 por ciento de la población en pobreza tiene acceso a la educación; a seguridad social el 83 por ciento; a la salud solo el 17 por ciento; a la vivienda de calidad 23 por ciento; alimentación 22 por ciento; servicios básicos 57 por ciento.