Más de 250 indígenas desplazados del ejido Puebla, Chenalhó, siguen en el olvido al no existir garantías de seguridad para el retorno a sus comunidades quienes llevan tres años y cinco meses fuera de sus hogares.
Más de 150 menores, no tienen acceso a la escuela y estas familias han tenido que peregrinar de un municipio a otro e iniciar con caravanas para exigir a las autoridades cumpla con el compromiso que realizó, de entregar ayuda humanitaria a las familias.
El problema que originó su desplazamiento forzado se debió al desacuerdo por elecciones municipales en el proceso electoral de 2015, en donde además de tener que dejar sus hogares destruyeron y saquearon a estas 46 familias y hubieron dos muertes: uno de ellos, menor de edad.