La Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó su preocupación por la violencia que afecta al estado de Chiapas tras advertir que los esfuerzos del Estado mexicano para atender este problema no han sido suficientes para impedir que el crimen organizado (C.O) siga tomando el control de más territorios.
Andrea Pochack, relatora para México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dijo que se requieren políticas más enérgicas para atender este problema y expresó su disposición para colaborar en la búsqueda de soluciones.
Por otra parte, Teresa Baratta, integrante de una de las organizaciones civiles convocantes, dijo que la región fronteriza de Chiapas con Guatemala es escenario de una disputa por el territorio entre grupos rivales del crimen organizado, lo que provoca un control violento de la sociedad civil, restricciones a las actividades económicas, extorsiones, desaparición forzada y bloqueos carreteros.
Al respecto, Natanael Hernández, de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, afirmó que las autoridades niegan o minimizan estos hechos, alegando que son pocas las denuncias.
Por su parte, Roberto de León, consejero de Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a nombre del Estado mexicano, destacó las acciones que lleva a cabo el gobierno federal dijo que el conflicto tiene raíces históricas, la cual se está atendiendo.