Los juguetes tradicionales son piezas únicas, de gran valor sentimental porque el artesano pasa horas tallando la madera para conseguir su elaboración, pero los niños y niñas han perdido el gusto por ellos y sus padres dejaron de adquirirlos.
Los carritos de madera, trenecitos, yoyos, trompos, valeros, guitarras de madera, muñecos y muñecas, títeres, canicas, matracas, son algunos de los juguetes que ya casi nadie utiliza, por ello, vendedores de estos productos hicieron el llamado a las familias a adquirir estas piezas únicas y a consumir local, para reactivar la economía.
En el callejón San Roque, es donde se ofrecen en sus locales estos juguetes tradicionales con la finalidad de preservarlos en las futuras generaciones.