En 2020 la vida de Gabriel Octavio Vigil Morales -un joven hombre de 33 años- dio un giro inesperado, mientras manejaba su auto inesperadamente sufrió un infarto y a consecuencia de ese hecho, ha presentado diversos problemas de salud que lo han dejado sin la posibilidad de tener una vida normal, pues la mayor parte del tiempo debe permanecer sentado en el sillón de la casa que habita junto a su mamá, una mujer pensionada que dedica las 24 horas del día a su cuidado.
Gabriel fue diagnosticado con miocardiopatía dilatada idiopática, una afección que le ha debilitado el corazón, el cual solo funciona en un 20 por ciento? actualmente su vida depende de un transplante del que no puede acceder al no contar con ningún servicio de salud.