Mendicidad no tiene edad, hay niños, jóvenes y adultos
No existe una cifra real de cuantas son las personas que a diario mendigan en las calles de Tuxtla Gutiérrez, algunos carecen de sus facultades mentales y otros lo hacen para ganarse la vida, llevar unos pesos, para la papa, para la familia.
Tal parece que a la población callejera no se les está considerando como personas, como los ciudadanos que si tienen posibilidades.
Estas personas son resultado de la pobreza y de la ausencia de políticas públicas por parte de las autoridades que no han atendido a estos sectores desfavorecidos y vulnerables.
"Ahora sí, que es parte de la economía que esta viviendo el país es lo que lleva a cabo eso ¿Alguna autoridad debería de tomar cartas en el asunto, para atender las necesidades de estos.? Principalmente el gobierno lo que es el principal, o alguna otra dependencia que dependa de gobierno puede ser la instancia así correspondiente."
Según el módulo de Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México existen
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3.24 millones de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años, que se declaran ocupados.
Hasta el 2017 Chiapas contaba con 164 mil 678 menores incorporados al trabajo infantil, 8 de cada 10 niños en el estado viven en condiciones de pobreza.
Eso, por un lado, pero por otro, en la capital chiapaneca observamos cómo deambulan indigentes que en los últimos días se han tornado agresivos, por ser personas que se encuentran presuntamente enfermos de sus facultades mentales.
El pasado 2, 12 y 13 de octubre en el Libramiento Sur y 12 poniente en Plaza Las Américas se dieron tres casos en los que las victimas sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado luego de que les arrojaron tinner y les prendieron fuego por negarse, a dar unos pesos a un presunto indigente.
El cuarto caso fue el 6 de octubre una pareja afuera de una tienda de conveniencia por el Reloj Floral resultó también con quemaduras de segundo y tercer grado y su coche dañado, al no dar limosna.
Lamentablemente los ciudadanos hoy se sienten forzados a dar unas monedas a estas personas, por temor a sufrir una agresión.
"Hay algunos que vienen, andan drogándose de todo como que allí ya no quiere uno dar, pero se siente uno forzado por la agresión que pudiera uno tener, si exactamente."
Jesús es un joven se dedica a limpiar parabrisas en el crucero del cinco de mayo, y lamenta el mal comportamiento que tienen algunos para con los conductores que no están obligados a darles la moneda del día a día.
"Por uno pagamos todos, yo mi punto de vista ese tipo de gente ese tipo de compañeros que tenemos no, pues evitó de juntarme con ellos y pues que se le hace entender pues, pero cada quien tiene su mundo en su cabeza y cada quien se comporta y da su imagen como quiere ser."
La falta de estudios y sus bajos recursos, le obligan a Jesús a limpiar para brisas para ganarse entre 200 y 300 pesos al día de las 10 a las cinco de la tarde, pero su pobreza no es motivo para faltar el respeto a la sociedad.
