En medio de gritos, sangre, llanto, desesperadamente, Andrés cuenta, que busco a su acompañante, su cuñado, por cierto, el encargado de buscar los enlaces para la travesía en busca del sueño americano, sin embargo, perdió la vida en el accidente.
"Ya empecé a buscar ha ver, porque venía acompañado de un cuñado, pero falleció, lo estuve buscando hasta que lo encontré, cuando ya vi que ya no podía hacer más por él, entonces lo deja ahí y me trajeron para acá a este lugar."
Con un rostro de tristeza, reconoce que, al migrar de su país, ya van preparados, la muerte les ronda en todo momento.
"La verdad es que cada quien, toma la decisión, uno ya conoce el riesgo, cuando yo salí, yo sabía que el riesgo es grande, a veces salimos de casa y no sabemos si vamos a regresar con vida."
Andrés con una fractura en el brazo izquierdo, cuenta que emprendió el viaje al extranjero, para alcanzar a su padre y otros familiares que ya radican en Texas, dedicados a la albañilería.
Lo anterior ante la difícil situación que prevalece en su país, donde para tener una vida media.
"En realidad para que una familia pueda sobrevivir por lo menos tiene que ser un sueldo de 7 mil quetzales, donde incluya lo que es alimentación, educación, salud, y para emergencias, ¿esos 7 mil quetzales en pesos cuanto más o menos es? Estamos hablando de 15 mil pesos mensuales, por el costo de las cosas."
Ha mantenido comunicación con sus familiares, y ahora su determinación ha sido volverse a su país a su aldea Rio Azul, en Guatemala, por lo pronto no ha definido si lo intentará o no de nuevo.