El sueño americano para miles de migrantes poco a poco se va esfumando, pero en el trayecto encuentran otras opciones que les hacen replantearse su objetivo.
"Quienes estamos hospedados acá, nos gustó Tuxtla, es un lugar creativo, bonito, uno puede salir adelante, no es sólo Estados Unidos, también acá en México se puede".
Ana Yorgenis, junto a su esposo hace un año decidieron salir de Venezuela ?su país de origen-, la intención era llegar a Estados Unidos como lo hacen miles de connacionales, sin embargo, a su llegada a Chiapas, se topó con diversas limitaciones que le hicieron permanecer más tiempo de lo esperado? y así cambiar su destino.
"Mis jefes me brindaron el apoyo de empezar acá, llegué vendiendo café en las calles, dormía en las carpas, luego encontré a mis jefes? nos dijo que trabajáramos acá mi esposo y yo".
Ellos son empleados en un restaurante de comida venezolana que se encuentra frente a las instalaciones del INM. Ella, realiza arepas y almuerzos y su esposo hamburguesas y perros calientes con el toque y sazón de este país sudamericano.
"Aquí prueban su sabor, recuerdan a su país, muy importante eso? prueban el pabellón y dicen, volví a Venuezuela".
CHIAPAS, REFUGIO DE MIGRANTES
Tapachula y Tenosique son las principales ciudades receptoras de personas migrantes en el sur de México. En el año 2021 se rompieron los récords de arribo de población migrante que ingresó a México por la frontera sur, según los registros de la COMAR, reportó 89 mil 636 solicitudes de reconocimiento de la condición de refugiado en Tapachula.
Solicitantes de refugio:
Fuente: COMAR
José Astudillo, junto a su hijo, llevan 11 meses en México, trabajando dentro de la informalidad.
"Ya habíamos adoptado el sueño americano, pero lo cambiamos por el sueño mexicano".
Asegura que se quedan debido a la hospitalidad que las y los mexicanos les han brindado.
"Desistimos a la idea y sacamos la cita para acá, pero de que nos parece esta nación hermosa y la mejor de todas".
Sin embargo, hay quienes se niegan a dejar atrás el sueño de llegar a América del Norte, y mientras lo logran, trabajan para mantenerse al día.
"Somos profesionales pero lo que nos salga para podernos mantener, sea barriendo calles, lavando platos, lo que salga lo hacemos, somos migrantes y se nos hace duro el trabajo para nosotros".
No obstante, el proceso es mucho más complejo para otros migrantes, pues si bien, -de acuerdo a Comar-, más del 95 por ciento de venezolanos que piden refugio en México, lo obtienen, esto no sucede con extranjeros de Haití, para ellos, las probabilidades se reducen a menos del 30 por ciento.