Mujeres que están privadas de su libertad y enfrentan un proceso penal, realizan bolsos para apoyarse económicamente.
Este proyecto surge a iniciativa de Gina Vega, quien durante ocho meses permaneció en el Centro de Reincersión Social Número 14 "El Amate", y después de comprobar su inocencia continúa con el apoyo a 20 mujeres en situación de cárcel.
Al interior de los penales las mujeres son prácticamente abandonadas por sus familias y es difícil sostenerse, es por ello que surge "Ámate", elaboran bolsas y las comercializan para sostener sus gastos al interior del penal.
Actualmente buscan un espacio para que estas mujeres puedan comercializar sus productos ya que no cuentan con los recursos para arrendar un local. La mayoría de estos bolsos cuentan con diseños del penal, como muros, torres de seguridad, pájaros y todo lo que observan estas mujeres privadas de su libertad.