Cada vez son más las mujeres incursionando en oficios que ?si bien- nunca estuvieron prohibidos para el género femenino, sí eran y siguen siendo en su mayoría ejercidos por hombres.
Y es que no importa si se trata de un trabajo pesado en donde se requiere de capacidad física para poderlos desempeñar, ellas han demostrado poder ejercerlos con responsabilidad.
"Extinguiendo estereotipos"
Una de estas mujeres es Nayeli, una joven bombera quien, desde hace poco menos de un año, ha extinguido los estereotipos y forma parte del Heroico Cuerpo de Bomberos en Tuxtla Gutiérrez.
"Hay que quitarnos el miedo ya que este tema sobre operatividad fue un tabú, con el paso de los años se fue generando la igualdad, hay que reconocernos que somos igual que hombres".
Nayeli trabaja 48x48 horas, realiza desde trabajos de mantenimiento, hasta el combate de incendios, ya sea al aire libre o en estructuras? uno de los más grandes retos a los que se enfrenta en su día a día laboral (igual que los hombres), es la fuerza y resistencia, las cuales ha dominado con mucha persistencia.
"Retos serían la fuerza, resistencia, el peso? somos cuatro guardias, de cuatro elementos, cada guardia tiene una mujer, cuatro mujeres".
Con un equipo que pesa más de 20 kilogramos, Nayeli se prepara con agilidad desde la estación de bomberos para acudir al lugar del siniestro, en donde con mucha pericia, atiende los llamados de la ciudadanía, incluso exponiendo su integridad.
"Ayudar a la ciudadanía, eso es lo primordial? es raro ver a una mujer en bomberos? se siente bonito, te alagan, una mujer".
"Conduciendo por la igualdad"
Aunque no es raro ver a una mujer al volante, la realidad es que, en Chiapas, muy pocas se dedican al servicio del transporte público, sin embargo, en al menos el último año, como parte de programas dirigidos a mujeres, conductoras han empezado a incursionar en este oficio, como la señora Irene, quien dejó su trabajo de tiempo completo como ama de casa y se convirtió en taxista.
"Le dije "no pues yo no sé nada de taxis, no conozco la ciudad, sólo por rumbo, y me dijo, hay le vas aprender y sí, me dicen una dirección y me ubico".
Para Irene, el mayor reto era ella misma, sin embargo, conforme han pasado los meses, ha ganado más seguridad y el reconocimiento de muchas personas; principalmente el de sus seres amados.
"Me he sentido muy bien, muy útil, porque a veces en casa nada más nos dedicamos a las labores de casa? es valioso, pero no nos valoran, ya cuando no estamos dicen dónde está mamá".
Nayeli e Irene, han roto tabúes impuestos por la misma sociedad, convirtiéndose en ejemplos e inspiración para las juventudes, a quienes recuerdan que no existen límites para poder hacer lo que más desean.