Se ofertan al mejor postor espacios ocupados en su oportunidad por esculturas representativas del Estado, en tanto otras desaparecen o simplemente se las roban.
La falta de vigilancia en espacios turísticos ha provocado que los amantes de lo ajeno se lleven hasta las placas de los nombres de los héroes de la Revolución Mexicana, en la Calzada de las personas ilustres.