Rafael Esparza, es un joven de oficio organillero o mejor conocido como "cilindrero" quien lleva más de 15 años dedicándose a esta labor. Ha viajado por diferentes estados llevando un repertorio de piezas musicales populares.
Originario del Estado de México, ha decidido difundir esta tradición en el resto del país, pues cabe mencionar, es en el centro de la República en donde se concentra -hasta la actualidad- el mayor número de organilleros.
Todos los días, Rafael sale a la principal avenida de Tuxtla Gutiérrez para deleitar a la ciudadanía que camina apresuradamente, quienes lo apoyan con unas monedas, mientras a lo lejos siguen escuchando las melodías.