Hornear, y elaborar los acabados del pan, ha sido el oficio durante más de 28 años para don Rosemberg Rodríguez, panadero que con el paso del tiempo se convirtió en un artesano de este oficio.
Oriundo de Villaflores, de una familia de nueve hermanos, se inició desde muy pequeño en el oficio, lavando charolas, moldes, y atendiendo las órdenes de los de mayor conocimiento en esta actividad.
"Este oficio muchos dicen que es una gracia, un talento que no a cualquiera se le da porque se tiene que ir buscando, alguna sino lleva mucha royal o algo."
Diariamente a las seis de la mañana, su producción es de un costal de harina lo que representa la elaboración de alrededor de mil a mil 200 panes, que distribuye en pequeñas tiendas o en la calle.
Con esfuerzo y a pesar de la crisis por la pandemia del COVID-19 ha sabido mantener su pequeña empresa familiar en la colonia Industrial.
"Es tienda algunos salen a vender por las calles, según como pueda sacarlo el cliente, nosotros lo entregamos y ya ellos hacen su trabajo."
El pan es tradicional en Chiapas, y existe una gran variedad, que van desde las rosquillas de sal, pan francés, conchas, trenzas, polvorón, pata de mula, tostado, mantecado, bigote. Chilindrina, zorras, de leche, de queso, y otros, así que no olvide consumir lo hecho en casa para apoyar a la economía local.