La Pascua llega como un rayo de esperanza para iluminar el mundo tal y como fue el domingo durante la resurrección de Cristo, con estos tiempos en los que reina la desesperanza precisó el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez Fabio Martínez Castilla.
Las familias viven sumergidas en los males provocados por el egoísmo por la codicia, los rencores y demás odios que van consumiendo la bondad y minan toda vitalidad tantas son las formas de la muerte que nos rodean que llegamos a pensar que no tenemos un mejor porvenir y caemos en la desesperanza.
"Que los campesinos que ven más áridas sus tierras cada año, los enfermos en los hospitales donde ni siquiera hay a veces medicamentos, los miles de migrantes que tienen que dejar casa, tierra y familia por motivos de violencia o hambre como las caravanas que están pasando por Chiapas".
La liberación que Jesús nos da es más profunda que cualquiera que forme parte de la tierra, Dios nos ha liberado, dijo el clérigo, de la esclavitud más profunda de todas, la esclavitud de la muerte.